Hay que poner las fuerzas de la ebriedad al servicio de la revolución. (Walter Benjamin)
Deja de beber tanta cerveza y lucha. (Kortatu)
A partir del # 4 de Amano el proyecto muta y adopta una estructura diferente. Se abandona la experimentación y se recurre a un formato más clásico y práctico (el típico folio doblado por la mitad). Se abandonan la mayor parte de los modos de acción vinculados a la producción y distribución propiamente "artística". De las cenizas del viejo arte no creíamos que elevara el vuelo el fénix de la liberación. Se abandonan los encuentros de la red, tan pesados de llevar a cabo, y se adopta una periodicidad bimensual y una estructura muy cercana al boletín. No se trata únicamente de un cambio de formato. Hay todo un replanteo de la estrategia que estábamos siguiendo y el reconocimiento de un campo de aplicación más efectivo en los medios de comunicación de masas, especialmente en las redes telemáticas, donde se librarán las futuras batallas por la apropiación del sentido. Del heroico intento de constituir una red de creadores pasamos a tomar parte en redes ya constituidas según principios de acción similares. Se busca una forma más rápida y directa de participar en la actualidad del movimiento, que ha desarrollado multitud de nodos, y de generar continuidad.
Era el tiempo en que la industria discográfica había popularizado el término indie y la estética alternativa era la tendencia dominante de la moda. Y lo cierto es que, por debajo de estas expresiones del mainstream, se agitaba una realidad que los cool hunters no llegaban a capturar. Las iniciativas de autogestión en el plano cultural surgían por doquier con conciencia de movimiento, sobre bases muy avanzadas, conjurándose de forma difusa y heterogénea contra el llamado pensamiento único y la llamada globalización “desde arriba”, que no era sino el neoliberalismo en su expresión histórica más radical y destructiva. El levantamiento zapatista había inaugurado un nuevo paradigma de movilización que demostraba que ésta era posible sobre bases nuevas, y había encontrado eco mediático a través de todo el mundo suscitando simpatía y desconcierto, replicándose en todas partes bajo formas más o menos virtualizadas. Los Encuentros Intercontinentales por la Humanidad y contra el Neoliberalismo convocados por ellos habían creado el escenario y la ocasión para poner en común una diversidad de luchas bajo el lema “Un mundo donde quepan muchos mundos” y para reflexionar acerca de las nuevas formas de movilización en el escenario global.
En todas partes much@s nos sentimos inconformes. Much@s sentimos la necesidad de encontrarnos, de abrir espacios, de experimentar libremente nuestra vida, de encontrar cómplices, de construir junt@s un presente digno que nada tenga que ver con los valores que hoy dominan. Por eso queremos seguir con lo empezado en Chiapas y hacer realidad la red de resistencias que se propuso ahí. Y una red intercontinental de resistencias que se apoyen unas en otras, una red que no sea una estructura organizativa, que no tenga centro rector ni decisorio, que no tenga mando central ni jerarquías. Una red que conformemos tod@s l@s que resistimos. [Convocatoria al II Encuentro por la Humanidad y Contra el Liberalismo celebrado en España en verano de 1997].
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