Traducción publicada en Amano # 9 (octubre 1997).
"Nada es real, todo es posible" Esto debe ir en lugar del dicho: "Él estaba en el mundo, y se hizo el mundo a traves de Él, pero el mundo todavía no lo supo." (Juan I, 10)
Jerusalen, año 0 AC. Prometer un mesías era la ultima tendencia. Los profetas surgían como hongos. Chiflados, necios, parásitos y similares. Yo fundé el negocio del momento: una pop star con la que nadie podía competir. El público estaba dispuesto a creer cualquier cosa, aunque sentían predilección por los derramamientos de sangre, alborotos, visiones, milagros, apariciones y sobre todo la liberacion del yugo de Roma.
Tenía que crear un género nuevo. Vagué de aquí a allá algún tiempo y encontré a un costroso carpintero en el desierto, un tío que predicaba paz y amaba a una roca y tres lagartos. Con el pelo largo, grasiento, fotogénico. Le pregunté: '¿Cuál es tu nombre?', y su nombre era 'Jesús de Nazareth'. ¡Es un nombre manido, no es lo bastante pegadizo! Necesitaba algo más glamouroso... miré su cabello y dije: 'Desde ahora, serás "JesuCristo", ¡Jesus Greasy [grasiento]!.' Era el canal que yo estaba buscando. Le sugerí que viniese conmigo y predicara a las gentes, con dietas y alojamiento a mi costa.
Le expuse la estrategia: 'Debemos lidiar y golpear a todos los competidores. ¿Ellos quieren salvar al pueblo de Israel? Tu querrás salvar a la Humanidad. ¿Hay un Mesías de la Sagrada Escritura? Tu serás nada menos que Dios. ¿Ellos quieren echar a los romanos de Israel? Tu querrás abrir nada menos que las puertas del reino de los cielos!'.
Tenía el solista, ahora necesitaba la banda. Durante los tres años en que recorrimos Palestina recluté a 11 patanes incautos. La JesuCristo Superstar Tour acabó con una entrada triunfal en Jerusalén, a la que asistieron miles de entusiastas. La pop star había alargado la altura de su fama. Los sacerdotes y la policía lo aborrecían, y pensé: 'si lo hiciera morir ahora conquistaría la inmortalidad: un mártir revolucionario dándole todo a su público, por amor a la Humanidad'. ¡Sonaba bien, tio!
Revelé a Caifás y a Pilatos el lugar de una reunión confidencial. La policía vino y lo apresó. Cuando lo besé pensaba 'Ahora sí que es verdaderamente un dios, el mayor ídolo pop de la historia!'
Entonces las cosas comenzaron a írseme de las manos. Pedro, el más incauto de los discípulos, alardeó de que ese Jesús le había confiado encontrar una iglesia. Como siempre, los teóricos de la conspiración afirmaron que no estaba muerto, que un tipo lo había visto en el desierto. Eventualmente la gente se puso de acuerdo respecto de una versión de la historia: se había ido al cielo, pero algún día volvería y resolvería todos sus problemas.
Terminaron de vender el ídolo al poder los mismos sacerdotes y policías que crearon el mártir, y se re-legitimaron a sí mismos al llevar el nuevo culto como una estola. No hice nada más, podía dejar la escena [señala el nudo corredizo] y vivir de mis rentas hasta el retorno del grasiento - puesto que dicho sujeto esta muerto para siempre [corre la soga]. Acababa de escribir 2000 años de historia futura. Había marcado por entero la imaginería occidental. La Conspiración Gnóstica quería el control de la historia. Sí, la Gran Conspiracion de la Providencia. ¿Sabes? Toda conspiración debe tener una razón de ser interior. Esto siempre es más importante que las armas: una conspiración tiene que ser un juego autosuficiente, un rompecabezas mutable. Y uno puede arrojar el rompecabezas. Aquella gente había jugado con el ídolo que yo creé durante dos jodidos milenios. Sus esperanzas de redención han llegado a ser un arroyo interminable de lágrimas y gemidos. Los descendientes de Pedro dirigen la mascarada de la Fe con los cruzados de la Asociación Católica de Obreros Italianos, como las monjas de Burman y toda la escoria usual. No puedo aguantarlo, no tengo ya intestinos para eso.
He preparado un nuevo plan en lugar de ello. Soy un hombre de acción, no puedo estarme parado más tiempo, pues hay muchas cosas por hacer y numerosas oportunidades que aprovechar. Un profesional como yo sabe que el fin de una era es como su principio. Es el desierto, el Oeste Lejano, las ideas se fecundan cruzándose y crean nuevos ídolos, nuevas mitologías con que jugar, y sobre todo nuevos cambios cósmicos. Uno debe oler los cambios en el aire, chequear los clubs, las calles y las cartas al editor. Estamos al final del milenio; en 1148 aquel tipo llamado Malaquías, un viejo monje irlandés, previó el futuro en la oscuridad de su celda, y escribió una lista de 112 papas que acaba en el año 2000 DC, y el fin de la lista es el principio del apocalipsis. Y suponemos que ¡el polaco es el ultimo papa! No tardará en saberse: si el polaco muere antes del 2000, el 99% de la profecia de Malaquías se habrá cumplido. Fue Malaquías quien me dió la idea. Esto es, él escribió que el último papa querría llamarse Pedro II- un círculo perfecto, con el último papa llevando el nombre del primero. Él anunciará el final de la Iglesia de Roma y el despliegue del apocalipsis.
Es lo que necesitábamos, pero también necesitamos una definicion más nueva, es decir, menos autoritaria. El *Hipocalipsis*, una revelación desde abajo. Esta vez no trabajaré con un mesías: el nombre será uno, pero cualquiera podrá adoptarlo. Un nombre múltiple, un ídolo modificable que atraviese todas las tendencias, lugares y ambientes. No más jodidos gurús, sino un ídolo abierto que sacerdotes y policías no puedan manipular (en realidad pueden hacerlo, pero en la misma medida que cualquier otro, no puede haber ningun monopolio). Estoy trabajando sobre un encantador, un carácter inteligente. Tiene un nombre pegadizo que promete extenderse por sí mismo: LUTHER BLISSETT
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