La música amansa a las fieras. A través de la prensa musical se cuela el poder en la escena y empieza a conducirla hacia sus intereses particulares. Con la ilusión de progreso y libertad que hipnotizó a nuestras juventudes la prensa marginal dejó de ser combativa y se hizo musical. Desde otra perspectiva más lúdica, no obstante, los hay que se pueden leer y hasta escuchar, y su delito no es tal si consideramos que se trata de un desarrollo lógico y de un reflejo de otras estructuras. En muchos casos se convierten en la única fuente de información que poseen determionados degustadores de músicas especializadas o "alternativas". En el diálogo con la música del circuito integrado siempre acaba ganando el mercado, que importa ideas y músicos, pero qué le vamos a hacer. Rescatemos algunas ideas interesantes.
El término fanzine no viene de fan del cine, como asegura una indocumentada de la prensa oficial, sino de zine de fans, revistas editadas por los fans de alguna estrella del pop dedicadas a propagar y catalizar el culto. En bastantes casos, estas publicaciones amateurs contaban con el apoyo económico de la discográfica interesada. Hoy la cosa ya no funciona así: son las propias discográficas las que editan en muchos casos estos materiales para dar a conocer sus productos y hacer buenas críticas de sus grupos. Por regla general suelen estar muy bien hechos y les gusta presumir de ello. A veces hasta regalan cedés promocionales. Es lo que ocurre con Zona de Obras y Spiral. Subterfuge, por su parte, aporta otro talante, ampliando su ámbito de intereses a otros aspectos de la cultura juvenil como el cine o el arte. Su recorrido ha sido el inverso: empezó siendo fanzine y, tras lograr ser el mejor en su campo, se edificó sobre él una editora/distribuidora.
César Pesqueras persigue esta línea con su dnc'Zine. Su catálogo aún es modesto, pero tiene aspiraciones. Junto a artículos y entrevista redundantes que no aportan nada a la prensa oficial editan un interesante "Cuaderno de Lluvia" interior dedicado a la creación literaria y algunas interesantes exclusivas. La estética que utilizan va a tono con su nombre: dark näif confussion. Incluye numerosas entrevistas a grupos y gentes del cine con una línea selectiva que valora no sólo la propuesta musical, sino también la actitud de los protagonistas dentro de la "escena independiente".
El Vómito de las Ninfas pretende revitalizar el modelo clásico de fanzine musical y cinéfilo adolescente. Dedicado a inventariar las experiencias de quien lo hacen sin otras pretensiones. Es una actitud.
Los ejemplos se multiplican: Las Lágrimas de Macondo, Noise Club, Beat Generation pero, si por lo general utilizan un lenguaje más osado y una estética más creativa que sus compañeras del circuito integrado, no acaban siendo sino réplicas de éstas o una plataforma de acceso a las mismas.
Otra razón por la que merece la pena recorrer la escena de la prensa musical alternativa es la especialización de algunas revistas en modos de expresión musical minoritarios. Las hay especializadas en todo de tipo de músicas habidas (reggae, country, étnicas, etc.) e inventadas (dance, rock gótico, jungle, etc.).
Planto aquí la referencia de mi zine punk favorito: 100% Papel del Water de Madrid.
* Entrada elaborada con fragmentos de reseñas de Luis Ruid en el fanzine Amano.
El término fanzine no viene de fan del cine, como asegura una indocumentada de la prensa oficial, sino de zine de fans, revistas editadas por los fans de alguna estrella del pop dedicadas a propagar y catalizar el culto. En bastantes casos, estas publicaciones amateurs contaban con el apoyo económico de la discográfica interesada. Hoy la cosa ya no funciona así: son las propias discográficas las que editan en muchos casos estos materiales para dar a conocer sus productos y hacer buenas críticas de sus grupos. Por regla general suelen estar muy bien hechos y les gusta presumir de ello. A veces hasta regalan cedés promocionales. Es lo que ocurre con Zona de Obras y Spiral. Subterfuge, por su parte, aporta otro talante, ampliando su ámbito de intereses a otros aspectos de la cultura juvenil como el cine o el arte. Su recorrido ha sido el inverso: empezó siendo fanzine y, tras lograr ser el mejor en su campo, se edificó sobre él una editora/distribuidora.
César Pesqueras persigue esta línea con su dnc'Zine. Su catálogo aún es modesto, pero tiene aspiraciones. Junto a artículos y entrevista redundantes que no aportan nada a la prensa oficial editan un interesante "Cuaderno de Lluvia" interior dedicado a la creación literaria y algunas interesantes exclusivas. La estética que utilizan va a tono con su nombre: dark näif confussion. Incluye numerosas entrevistas a grupos y gentes del cine con una línea selectiva que valora no sólo la propuesta musical, sino también la actitud de los protagonistas dentro de la "escena independiente".
El Vómito de las Ninfas pretende revitalizar el modelo clásico de fanzine musical y cinéfilo adolescente. Dedicado a inventariar las experiencias de quien lo hacen sin otras pretensiones. Es una actitud.
Los ejemplos se multiplican: Las Lágrimas de Macondo, Noise Club, Beat Generation pero, si por lo general utilizan un lenguaje más osado y una estética más creativa que sus compañeras del circuito integrado, no acaban siendo sino réplicas de éstas o una plataforma de acceso a las mismas.
Otra razón por la que merece la pena recorrer la escena de la prensa musical alternativa es la especialización de algunas revistas en modos de expresión musical minoritarios. Las hay especializadas en todo de tipo de músicas habidas (reggae, country, étnicas, etc.) e inventadas (dance, rock gótico, jungle, etc.).
Planto aquí la referencia de mi zine punk favorito: 100% Papel del Water de Madrid.
* Entrada elaborada con fragmentos de reseñas de Luis Ruid en el fanzine Amano.
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