/.../ poemas garabateados en los lavabos del juzgado, pequeños fetiches abandonados en parques y restaurantes, arte en fotocopias bajo el limpiaparabrisas de los coches aparcados, Consignas en Grandes Caracteres pegadas por las paredes de los patios de recreo, cartas anónimas enviadas a destinatarios conocidos o al azar (fraude postal), retransmisiones piratas de radio, cemento fresco. [Hakim Bey: “Terrorismo poético y sabotaje del arte”, en Acción directa sobre el arte y la cultura, radikales livres, 1997].
Desde los primeros números de Amano, se prestó una especial atención a la realización, documentación y difusión de lo que se dio en llamar “atentados estéticos”, como unos de los “modos de acción” preferentes. El atentado estético es una forma de irrumpir en el espacio público con mensajes que promueven la agitación, el descreimiento, la violencia psíquica. "Todo intento crítico de interacción con la red de significados puede interpretarse como un atentado estético contra los hilos institucionales que legitima y legitiman ese lenguaje". El # 1 de Amano incluía ya una acción de degollamiento simbólico de un Toro de Osborne situado junto a la carretera de Andalucía a la altura de El Pedernoso y el encadenamiento contrapublicitario de una modelo a un pene en diversos carteles de la línea 2 del Metro de Madrid, junto a otras acciones contrapublicitarias realizadas por ellos mismos o por otros, y abría una suerte de boletín en la revista para la reivindicación y la promoción de tales acciones.
Una de las formas de intervención sobre el espacio público a las que se prestó atención preferente en sus diversas manifestaciones, tanto desde el análisis teórico como desde la práctica, era el grafiti, al que había que rescatar del universo narcisista del pop y de las borracheras sabatinas para dotarlo de nuevo de sentido político y poético. Las pintadas marca mikuerpo se realizaban con plantilla según el modelo lanzado por Preiswert, procurando dejar chorreras para incorporar a la desidentificación un aire inquietante, urgente y gótico. En ocasiones eran un eslogan con varios niveles de lectura (“De la actualidad a la acción”), una constatación siniestra que nos deja flotando en el vacío de la realidad social (“El dinero no contiene energía”) o una descomposición de mensajes reconocibles que abría interpretaciones inquietantes (“No más de sal ojos”). Otras veces sirvieron simplemente para lanzar consignas de acción (“2000-1 Huelga de arte").
Otro tipo de acción practicado de forma anónima o no por Mikuerpo consistía en envíos postales dirigidos contra personas e instituciones, en la línea practicada en España por colectivos como Stidna! o los Fills Putatius de Miró. En ocasiones se trataba únicamente de dejar constancia de una protesta o un insulto, pero en otras se utilizó como un dispositivo pretendidamente desvelador de las dinámicas selectivas del sistema, como en el caso de la sección "Cartas al Director", realizada con escritos rechazados por esta sección de la prensa diaria.
Los textos enviados a esta sección deben haber sido rechazados en la sección de Cartas al Director de cualquier diario nacional, a pesar de cumplir los requisitos solicitados para su publicación. Con esta iniciativa, que pretende tener continuación en números sucesivos, se trata de poner en evidencia la doble moral de la prensa diaria "democrática" e "independiente", que se autoconciben como órganos de expresión de la sociedad civil, pero apenas reservan un espacio muy pequeño para atender las inquietudes de sus lectores. La sección de Cartas al Director no es sino una prolongación de las estrategias de contaminación ideológica en los mass-media, presentando como opinión pública lo que ha pasado un proceso de selección, abstracción y censura". [Amano # 5]
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