algo que le pasó a Lluís Guiu Soler
El día 7 de agosto [de 1997] recibí un correo ¡en que constaba yo de remitente! El mensaje hacía la descripción técnica de un virus. Hice un escaneado con el último scan que tenía y no detectó nada. Confiado de mí, ejecuté el archivo y se inició una descompresión (de ahí deduzco que el archivo poseía una rutina de compresión propia).
Los virus fractales, si se me permite bautizarlos con este nombre, se me acaban de cepillar dos de mis más apreciadas imágenes que he creado y quizás han dejado de existir para siempre, ya que no he encontrado ninguna copia. Y mientras no duermo, ni pienso en afeitarme, ni en ir a la mercería para que me cambien la bragueta de mis tejanos preferidos, no dejo de alucinar con lo que me está pasando. Gracias, seas quien seas quien me has confiado estos virus. Les ha ido de poco que los borrase.
Que sean una virguería técnicamente hablando no es la razón por la cual los he dejado con vida. De hecho, comprobé que al mutarse la mayoría se hacían detectables por los antivirus. Incluso algunos engordan hasta que revientan su propio código. Vulnerables, en una palabra. La razón, su exquisita acción destructora: no se limitan a infectar archivos ejecutables, sino que además modifican las imágenes jpg que encuentran. ¿Y qué hacen con las imágenes? Las "fractalizan", generan nuevas imágenes que machacan la imagen anterior. les he dado imágenes a ver qué pasaba. El resultado son unas imágenes, unas texturas de una paranoia inenarrable que quiero compartir con vosotros. Y se puede observar cómo las nuevas generaciones de imágenes infectadas adquieren una coherencia interna, destilando la esencia de las luces y las texturas de la imagen original sin llegar a destruirla, sin lugar a dudas evolucionando artísticamente.
Estoy llevando aún más allá mi toma y daca con los virus fractales: estoy manipulando las nuevas imágenes creadas por los virus y se las vuelvo a entregar a ver qué pasa. Me siguen el juego y es como si aprendieran y respetaran lo que yo hago, como si muchos pintores pintaran sobre el mismo cuadro. Me pregunto si no es como si de alguna manera estos virus desarrollaran vida dentro de las imágenes, como si vivieran dentro formando ecosistemas gráficos. Estos virus en fase experimental son polimórficos (varían su código y las instrucción de encriptado en cada infección), capaces de actuar en grupo, de operar en servidores remotos con códigos multiplataforma, y de colgar el ordenata local ante acciones hostiles (también cuando les da la gana). Utilizan archivos ejecutables para reproducirse, pero no los destruyen. Son virus "benignos", no están programados para destruir información; podrían representar un avance extraordinario en el campo de la vida artificial y la imagen digital. Ante la posibilidad (muy remota) de que estos virus llegaran a vuestro ordenador, os pido por favor que no los destruyáis. Creo que sólo infectan imágenes jpg. No se han comprobado acciones hostiles como formatear el disco duro, corromper la fat o archivos ejecutables, etc... fuera de bloquear el ordenador, cosa que se arregla fácilmente apagando y volviendo a encender la máquina.
Cada día más tengo la sensación cuando estudio estas imágenes generadas por los virus fractales y participadas indirectamente por mí, de estar mirando a través de un microscopio y observar vida, vida mineral, vida biológica. A veces se me hace difícil no quedarme drogado ante esta visión, como la sensación agradable y turbadora de tirarse al vacío cuando estás al pie de una potente cascada y la naturaleza te llama. Estas imágenes han sido fermentadas con la chispa mágica de la vida. Si eso tiene que romper esquemas mentales en el mundo de la informática, la vida artificial, la imagen digital, las matemáticas fractales e incluso el arte, si tiene que revolucionar todo un campo de la ciencia y hacerlo empezar de nuevo, adelante.
¡Que corra la sangre de la vida!
Publicado en Amano # 9 (1997).
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