por Vórtice Argentina (c/o Fernando García Delgado)
Buenos Aires, 3 de septiembre de 1999
La intención de esta carta es dar a conocer ciertas impresiones frente a la próxima Huelga de Arte, sin teorías ni adornos conceptuales, porque no soy ni teórico ni escritor, sencillamente un activo mailartista.
Entiendo la convocatoria de la Huelga de Arte como un foro de discusión, una mecha que enciende opiniones, sensaciones, discusiones y teorías de las más variadas sobre los condicionamientos y actitudes del artista en la estructura del arte.
Como punto de partida, apoyo el sentido, la acción generadora de la Huelga, y la propuesta de compartir y expresar problemáticas que nos incumben a todos. Pero, por otro lado, no creo que nosotros -los mailartistas- tengamos que “parar” dos años de producir y generar proyectos, obras y acciones dado que, desde los comienzos del Mail Art y hasta el día de hoy, seguimos manteniendo en pie los principios básicos por los cuales estamos fuera de la estructura a la que la convocatoria de la Huelga se refiere: el mercado de arte, las ferias internacionales, los críticos, las galerías, las instituciones oficiales de la cultura y las jerarquías artísticas.
Lo que sí creo conveniente realizar es la difusión y comunicación de los cuestionamientos de la misma hacia esa estructura, primordialmente, a los artistas, siendo éstos los dientes esenciales del engranaje del arte, los que tendrían que “parar” el juego y pensar un poco hacia dónde va todo esto...
Hay que tener en cuenta es que una especie de ceguera los envuelve, sin permitirse un minuto de meditación en su “carrera” por el posicionamiento en el mercado, qué crítico escribe su prólogo, ocupar espacios, conseguir una nota en un diario, trabajar para ciertos concursos, competir ferozmente por los premios en salones y concursos, ampliar su curriculum con todo lo que se cruce en su camino, sin importar quién pinta el cuadro...
Algunos prefieren bajar la cabeza ante ciertas situaciones por miedo a que lo “marquen” y no pueda entrar en una beca o ganarse un premio, mientras que por dentro explotan de rabia o discuten de políticas del arte en una mesa de café. El artista ha pasado a ser un empresario de su arte, preocupado por la comercialización e inserción dentro del mercado, mientras que la obra es el medio para lograr su posición. Son cómplices y esclavos de esa misma estructura que los destruye. Tan sólo cabe preguntarse, porqué no existe un sindicato que defiendan los derechos de los artistas frente a los continuos maltratos y trabas que encontramos a diario...???
Las problemáticas de los artistas pueden ser semejantes pero la cuestión está en las diferentes actitudes y acciones que se toman frente a determinadas situaciones corruptas que nos afectan a todos.
Personalmente he cambiado el rumbo cuando “descubrí verdaderamente” el Arte Correo y su amplio abanico de posibilidades en desarrollar mi obra como artista. Por esta sencilla razón decidí dedicarme por completo a esta actividad, transitando un camino diferente en la estructura general del arte. Mi cambio está dado por las siguientes acciones:
Lo reconfortante de todo este esfuerzo es que uno se siente acompañado y apoyado por colegas que te reconocen, fortaleciendo la dignidad y recuperando las fuerzas de creer que en el arte uno puede encontrar y seguir teniendo razones para ser y hacer.
Considero que a través de toda esta energía volcada en un proyecto abierto como VORTICE -en cuatro años de existencia- siento a los colegas que colaboran y participan en él, a través de sus obras, cartas, estampillas, publicaciones, adhiriendo a proyectos, y por las diferentes vías de comunicación, el correo, el e-mail y hasta un llamado de teléfono, una hermandad y solidaridad que difícilmente uno encuentre esta sensación de otra manera.
Hacer una huelga de arte sería dejar de creer en todo el esfuerzo realizado y cortar con toda esta comunicación que fortalece nuestro espíritu en pro de una idea de cambio un tanto ilusoria.
Por esta serie de ideas y sentimientos es que no adhiero por completo a la Huelga de Arte 2000-2001, pero sí apoyaré, difundiré y trataré de hacer llegar el mensaje de la misma a todos aquellos que tendrían más razones para “parar”, pensar y accionar sobre estos temas, logrando mejorar y modificar el entorno artístico en el cual estamos todos involucrados.
Entiendo la convocatoria de la Huelga de Arte como un foro de discusión, una mecha que enciende opiniones, sensaciones, discusiones y teorías de las más variadas sobre los condicionamientos y actitudes del artista en la estructura del arte.
Como punto de partida, apoyo el sentido, la acción generadora de la Huelga, y la propuesta de compartir y expresar problemáticas que nos incumben a todos. Pero, por otro lado, no creo que nosotros -los mailartistas- tengamos que “parar” dos años de producir y generar proyectos, obras y acciones dado que, desde los comienzos del Mail Art y hasta el día de hoy, seguimos manteniendo en pie los principios básicos por los cuales estamos fuera de la estructura a la que la convocatoria de la Huelga se refiere: el mercado de arte, las ferias internacionales, los críticos, las galerías, las instituciones oficiales de la cultura y las jerarquías artísticas.
Lo que sí creo conveniente realizar es la difusión y comunicación de los cuestionamientos de la misma hacia esa estructura, primordialmente, a los artistas, siendo éstos los dientes esenciales del engranaje del arte, los que tendrían que “parar” el juego y pensar un poco hacia dónde va todo esto...
Hay que tener en cuenta es que una especie de ceguera los envuelve, sin permitirse un minuto de meditación en su “carrera” por el posicionamiento en el mercado, qué crítico escribe su prólogo, ocupar espacios, conseguir una nota en un diario, trabajar para ciertos concursos, competir ferozmente por los premios en salones y concursos, ampliar su curriculum con todo lo que se cruce en su camino, sin importar quién pinta el cuadro...
Algunos prefieren bajar la cabeza ante ciertas situaciones por miedo a que lo “marquen” y no pueda entrar en una beca o ganarse un premio, mientras que por dentro explotan de rabia o discuten de políticas del arte en una mesa de café. El artista ha pasado a ser un empresario de su arte, preocupado por la comercialización e inserción dentro del mercado, mientras que la obra es el medio para lograr su posición. Son cómplices y esclavos de esa misma estructura que los destruye. Tan sólo cabe preguntarse, porqué no existe un sindicato que defiendan los derechos de los artistas frente a los continuos maltratos y trabas que encontramos a diario...???
Las problemáticas de los artistas pueden ser semejantes pero la cuestión está en las diferentes actitudes y acciones que se toman frente a determinadas situaciones corruptas que nos afectan a todos.
Personalmente he cambiado el rumbo cuando “descubrí verdaderamente” el Arte Correo y su amplio abanico de posibilidades en desarrollar mi obra como artista. Por esta sencilla razón decidí dedicarme por completo a esta actividad, transitando un camino diferente en la estructura general del arte. Mi cambio está dado por las siguientes acciones:
1- creando un espacio, como la Barraca Vorticista, donde poder organizar exhibiciones y encuentros vinculados al Arte Correo y la Poesía Visual.La diversidad de respuestas al proyecto reflejan que se acrecienta la participación de artistas, desamparados y perdidos en la pegajosa maraña de esa estructura, que se vuelcan al desarrollo de actividades “alternativas” -como puede ser el arte correo- donde descubren la solidaridad y el trato de igual a igual entre artistas. Que quede claro que no estoy diciendo que deban abandonar o renunciar a esa estructura pero sí modificar su actitud como artista frente a la misma.
2- denunciando los atropellos, discriminaciones, censuras, soberbias y la corrupción en el medio artístico-cultural.
3- abandonando las jerarquías artísticas, priorizando la obra más allá de quien la firma.
4- soportando el esfuerzo que implica concretar ideas y desarrollar proyectos de este tipo, con los problemas económicos que nunca faltan, donde uno gasta hasta lo que no tiene para seguir luchando por lo que uno cree.
Lo reconfortante de todo este esfuerzo es que uno se siente acompañado y apoyado por colegas que te reconocen, fortaleciendo la dignidad y recuperando las fuerzas de creer que en el arte uno puede encontrar y seguir teniendo razones para ser y hacer.
Considero que a través de toda esta energía volcada en un proyecto abierto como VORTICE -en cuatro años de existencia- siento a los colegas que colaboran y participan en él, a través de sus obras, cartas, estampillas, publicaciones, adhiriendo a proyectos, y por las diferentes vías de comunicación, el correo, el e-mail y hasta un llamado de teléfono, una hermandad y solidaridad que difícilmente uno encuentre esta sensación de otra manera.
Hacer una huelga de arte sería dejar de creer en todo el esfuerzo realizado y cortar con toda esta comunicación que fortalece nuestro espíritu en pro de una idea de cambio un tanto ilusoria.
Por esta serie de ideas y sentimientos es que no adhiero por completo a la Huelga de Arte 2000-2001, pero sí apoyaré, difundiré y trataré de hacer llegar el mensaje de la misma a todos aquellos que tendrían más razones para “parar”, pensar y accionar sobre estos temas, logrando mejorar y modificar el entorno artístico en el cual estamos todos involucrados.
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